jueves, 10 de septiembre de 2015

III (b) HISPANIA


Tanto los romanos como los cartagineses, al contrario que la mayor parte de los pueblos de la Antigúedad, no basaban su progreso en el comercio, sino en en las armas y el poderío de sus ejércitos. Las dos potencias aspiraban a dominar al resto de los pueblos que rodeaba el Mediterráneo; pero los romanos, además, con sus preparadas legiones y contando con los recursos económicos necesarios, aspiraban a conquistar los pueblos del interior de la Europa actual. No tardaron en llegar los enfrentamientos  entre las dos potencias, conocidas en la Historia como las guerras púnicas. En la primera de ellas los romanos lograr derrotar a Cartago. A partir de entonces, el general cartaginés Amilcar Barca decidió trasladar sus tropas a la península Ibérica. Al ejército cartaginés no le resultó fácil derrotar a los iberos.

   Cuando los romanos consiguieron derrotar por completo a sus enemigos, las ansias de expansión les llevaron, en primer lugar, hacia la franja situada junto al Mediterráneo. A la península Ibérica llegaron el año 218 a.C. Cuatro años más tarde se apoderaron de Cartago Nova, principl colonia fundada por los cartagineses. Desde la costa, las poderosas legiones romanas fueron avanzando por todo el suelo hispano y consiguieron imponerse en la práctica totalidad de la península. Los últimos pueblos en resistir fueron los del norte: galaicos, cántabros y astures, junto con los lusitanos.

   Para llevar a cabo sus conquistas, los romanos necesitaban desplazar sus ejércitos con la mayor rapidez posible y sin las interferencias que pudieran suponer la presencia de alguna población en sus inmediaciones. En nuestras comarcas castellonenses se encontraron con una rudimentaria infraestructura viaria. A medida que iban ocupando y consolidando el territorio, lo dotaban de grandes mejoras, incorporaban nuevos caminos, llevaban a cabo importantes obras de ingeniería y señalizaban las vías de comunicación.

   La romanización de nuestras tierras se apoyó en la existencia de la denominada Vía Hercúlea, importante ruta que desde Cartagena llegaba hasta los Pirineos y era ya utilizada durante la Antigüedad, por los distintos pobladores de la zona oriental de la península. El emperador Augusto la prolongó hasta Cádiz pasando entonces a ser conocida como Vía Augusta. A través de esta importante ruta, paralela a la costa, se podía transitar desde el extremo sur de la Península Ibérica, hasta los montes Pirineos, constituyendo algo así como el corredor mediterráneo de la época.  Estas grandes vías de comunicación estaban dotadas de indicaciones de las cuales eran de gran importancia los miliarios, una especie de columnas de piedra de forma cilíndrica que estaban colocadas a lo largo de las grandes vías, cada mil pasos.De la Vía Augusta nacían vías secundarias. Con ellas se accedía a las zonas de cultivo y a los pequeños núcleos urbanos. Tal es el caso del todavía existente camino del Caminás que entonces no solo atravesaba el actual término municipal de Castellón de la Plana, sino que llegaba hasta Sagunto. También los caminos d'En Trilles y la Senda de la Palla son ejemplos de aquellas vías romanas. 

   La población más importante, en la costa este peninsular durante la dominación romana, era Sagunto. No se tiene conocimiento de que se fundara ninguna gran ciudad en tierras castellonenses, aunque por los numerosos hallazgos arqueológicos y los estudios llevados a cabo, se tiene constancia de que existieron pequeños asentamientos. Según el historiador griego Estrabón, durante el siglo primero antes de Jesucristo, existía una ciudad denominada Cartalias. Algunos estudiosos han llegado a identificar este poblado, como el que antiguamente estaba situado en el cerro de la Magdalena y creen que durante la romanización ya estaba habitado. Sin embargo, para otros historiadores, el Pujol de Gasset fue el único asentamiento romano, aunque admiten que pudieron existir pequeños núcleos poblados.

   Con el hallazgo de distintas piezas en las diferentes excavaciones arqueológicas, se dispone de importantes datos, como los obtenidos a partir de los yacimientos de la Vilavella, Segorbe, Borriol, Nules, Forcall, Fila-real, Xilxes, Bejís, Rosell Vall d'Uixó y otros lugares de nuestras comarcas. Sin duda el monumento más importante de la dominación romana que se conserva en tierras castellonenwes, es el arco de Cabanes. Con todo ello se ha podido estudiar esta etapa de nuestra historia a través de las muestras de arte y cultura de los romanos que han ido apareciendo en distintos yacimientos arqueológicos, como las obras de ingeniería, los acueductos de Vall d'Uixó y Bejís, los restos del sistema de riego para utilizar las aguas del Mijares en Vila-real, pequeñas muestras de su arquitectura funeraria y religiosa, de loas que son buenos ejemplos, el Templo de Venus de Almenara y el Santuario de Santa Bárbara de Villavieja. En cuanto a la escultura, la del emperador Adriano encontrada en Borriol y la de bronce del dios Mercurio de Xilxes son casi las únicas que poseemos. Se conservan algunos restos de mosaicos romanos en Vall d'Uixó y el poblado de Benicató, en las proximidades de Nules. También se han localizado numerosos utensilios elaborados en cerámica, hueso y bronce que están repartidos por los distintos museos de nuestra geografía.

   El arco de Cabanes,erigido a principios del siglo II y declarado Monumento Histórico Artístico en 1931, está situado en el denominado Pla del Arc, a unos tres kilómetros de la población de Cabanes. Consta de un arco de medio punto de dos metros de radio apoyado sobre dos pilastras. Las piedras del monumento son de mármol. Constituye un tesoro único en la Comunidad Valenciana. Existen distintas teorías sobre el acontecimiento o motivo por el que fue levantado. Algunos estudiosos del tema opinan que se trataba de un arco de carácter privado que estaría situado en el interior de una finca. Sin embargo, cabe señalar que estos arcos solían construirse en las vías de comunicación y se levantaban en honor de algún personaje, teoría que pudiera ser válida ya que por el arco pasa un camino conocido en la comarca, como la Senda dels Romans.

   También se tiene la seguridad de que hasta el litoral castellonense llegaron naves romans, por el descubrimiento de ánforas. Así mismo a través de las inscripciones de un miliario descubierto junto al ermitorio de SAn vicente de Borriol, se pudo conocer que esta columna fue erigida en el año 250 de nuestra era y estaba dedicda al emperador César Trajano Decio y a su hijo Herenio. Otros miliarios se han encontrado en lugares por donde pasaba la Vía Augusta y el Camí dels Romans. 


                                                           El arco romano de Cabanes



   

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