jueves, 29 de octubre de 2015

CAPITULO XX.- CARLOS III. LA CERÁMICA DE ALCORA. LA PLANA Y EL REINADO DE CARLOS III

El tercer hijo de Felipe V subió al trono cuando falleció sin descendientes, su hermano el rey Fernando VI, el 10 de agosto del año 1759. Su madre: doña Isabel de Farnesio, tuvo una gran influencia sobre el nuevo Rey que con anterioridad, ya había heredado los reinos de Nápoles y Sicilia. A los veintiún años, el infante don Carlos contrajo matrimonio con doña María Amalia de Sajonia. 
   Los españoles acogieron con gran esperanza la llegada al trono del nuevo Rey, ya que en España se tenía conocimiento de la interesante labor cultural que había hecho el monarca español durante su reinado en Nápoles y Sicilia. Todos los súbditos confiaban en su gestión al frente del Estado, al suponer que contaba con la experiencia necesaria, sobre todo cuando tuvo que gestionar el desastre que se originó tras la erupción del volcán Vesubio, al quedar enterradas varias poblaciones y el rey napolitano mandó iniciar las excavaciones en la ciudad de Pompeya.
   En su etapa española se interesó, de manera prioritaria, por la cultura, el arte y otras cuestiones de tipo social, mientras que las decisiones concernientes a la hacienda pública, la guerra y las grandes infraestructuras de la nación, las dejó en manos de sus ministros, entre los que destacaron: Esquilache, Floridablanca y el Conde de Aranda. El primero de ellos se hizo famoso por el motín que provocó una de sus decisiones.


   Al originarse frecuentes altercados en las ciudades, algunas personas influyentes opinaban que la proliferación de la capa española y los amplios sombreros, permitían esconderse a los malhechores. Esquilache prohibió el uso de estas vestimentas y obligó, mediante una ordenanza, a que fuera utilizada la capa corta y el sombrero de tres picos. Esta orden originó un gran descontento entre los vecinos de las grandes ciudades. El primer ministro,después de ésta y alguna otra polémica decisión, fue sustituido por el Conde de Aranda. 
   En la capital de la nación, durante el reinado de Carlos III, se construyeron grandes edificios, numerosas infraestructuras e importantes monumentos. Madrid se convirtió en una de las ciudades más hermosas de Europa. La puerta de Alcalá, las fuentes de Cibeles y Neptuno, el hospital de San Carlos, actual museo Reino Sofía y el museo del Prado, son buenos ejemplos de ello. También impulsó una nueva red de caminos reales que partiendo de la Puerta del Sol de Madrid llegaban hasta las grandes ciudades de la nación. Aquel trazado radial dio lugar, con el paso del tiempo, a las actuales carreteras nacionales. 
   Algunas de sus decisiones han permanecido hasta nuestros días, como la Lotería Nacional. No menos trascendente fue la fundación de las Escuelas de Artes y Oficios que tan importante labor docente han desarrollado en nuestro país.
   Durante el reinado de Carlos III, España entró en guerra con Inglaterra por un conflicto originado en Honduras. Después de siete años, con la paz de París de 1756, españoles e ingleses llegaron a un pacto. España recuperó la Habana y Manila y los británicos se quedaron con la Florida.
   De su matrimonio con doña María Amalia de Sajonia nacieron trece hijos, aunque solo siete de ellos lograron sobrevivir. El tercero y primer varón: el infante don Felipe, era deficiente mental, por lo que le sucedió el cuarto que subió al trono con el nombre de Carlos IV.
   
Don Buenaventura Pedro de Alcántara, noveno conde de Aranda, disponía en esta localidad castellonense de unos terrenos en los que habían arcillas de gran calidad. Alcora gozaba de una gran tradición alfarera. Por este motivo, el conde instaló, el año 1727 en su finca, una fábrica para producir productos de gran belleza. Hasta la población del Alcalatén llegaron grandes artistas y ceramistas europeos que lograron piezas de gran belleza, durante el periodo en que don Buenaventura dirigió la fábrica. Bajo la dirección del décimo conde de Aranda, es decir: el presidente del Consejo de Castilla, don Pedro Pablo quiso fabricar porcelana y hasta Alcora llegaron los mejores técnicos y artistas de la época, pero nunca consiguieron producir porcelana, aunque sí muy bellas piezas de loza que se comercializaron hasta que la fábrica pasó a manos de la familia Hijar que intentó fabricar sus artículos industrialmente, con lo que la producción entró en decadencia.

En respuesta a una petición real, la Corporación municipal de la capital de la Plana acordó, en febrero de 1770, construir un cuartel para la tropa. El vecindario contribuyó con sus donativos a su construcción ya que se tenía la esperanza de que la llegada del ejército impediría las invasiones de piratas en los pueblos del litoral, como era tan habitual durante aquellos años. En 1776 surgieron conflictos entre labradores de Almazora y Castellón de la Plana por el agua del Mijares. Intervinieron ciudadanos ilustres que acordaron construir una nueva acequia para separar las aguas correspondientes a cada una de las poblaciones.
   Uno de los hechos más importantes para la capital de la Plana se produjo durante aquellos años al fundarse una escuela para niñas. El colegio era gratuito y estaba situado en la propia vivienda de su fundadora: doña Isabel Ferrer, cuando inició su actividad en 1778. 


lunes, 26 de octubre de 2015

CAPÍTULO XIX.- FERNANDO VI. PRISIÓN GENERAL DE GITANOS. CASTELLÓN EN TIEMPOS DE FERNANDO VI

El cuarto hijo de Felipe V y María Luisa de Saboya, nació el 23 de septiembre de 1713 y se casó con doña Bárbara de Braganza en 1729. En 1749 accedió al trono español y falleció el 10 de agosto de 1759. De su único matrimonio no tuvo descendientes, por lo que le sucedió su hermano Carlos, hijo del rey Felipe V y su segunda esposa Isabel de Farnesio. La prematura muerte de su mujer en 1758, le trastornó la mente de tal manera que apenas pudo sobrevivirle durante un años. Durante su reinado, el gobierno de la nación estuvo en manos de José de Carvajal y sobre todo del Marqués de la ensenada. A pesar de que el marqués tomó importantes decisiones, como la fundación de la academia de Bellas Artes de San Fernando, se le recordará siempre como el impulsor de la Prisión General de los gitanos.
   El 30 de agosto de 1749 fueron detenidos alrededor de diez mil gitanos en España. A los varones mayores de siete años se les obligó a realizar trabajos forzosos, mientras que las mujeres y los niños fueron encarcelados. Hasta 1749 estuvieron vigentes la leyes que pretendían terminar con todos los gitanos de la nación. Siguieron las detenciones y todos sus bienes fueron confiscados. Esta acción finalizó en 1763.

   Durante la etapa comprendida entre 1749 y 1759, los castelloneneses que casi siempre vivieron en guerra, tuvieron un periodo de relativa tranquilidad, aunque como es natural, al igual que en cualquier otra etapa de la Historia, también ocurrieron sucesos importantes.
   En aquellos tiempos eran frecuente la organización de bailes en los que se utilizaban antifaces o máscaras. Ocurrieron algunos problemas que se atribuyeron a llevar la cara tapada, por lo que, en febrero de 1748, el Rey ante los festejos de carnaval, prohibió bajo la amenaza de importantes sanciones, el uso de máscaras y cualquier otra prenda que pudiera ocultar total o parcialmente, los rostros de quienes las utilizaban. 
   Vila-real había experimentado un gran aumento de población. Se estaba construyendo la Iglesia Mayor y se celebraban grandes y solemnes festejos para honrar a sus patronos. El día 2 de agosto de 1750, se organizó una gran corrida de toros en la población, frente al convento de San Pasual en honor del Santo.

interior de la arciprestal de Vila-real

martes, 20 de octubre de 2015

CAPÍTULO XVIII.- NUESTRAS TIERRAS EN TIEMPOS DE FELIPE V

La gente de nuestras comarcas durante la Guerra de Sucesión, se inclinaron por alguno de los dos aspirantes a la corona española. Los vecinos de Castellón de la Plana se decidieron por Felipe de Borbón, mientras que en la mayor parte del Maestrazgo se decantaron por el archiduque Carlos. En estos últimos pueblos se concentraron las tropas inglesas del general Jones tratando de que se consiguiera el objetivo de colocar al archiduque en el trono de España, mientras que un buen número de soldados franceses ayudaban a los partidarios del candidato de la Casa de Borbón. Los conflictos eran continuos entre ambos bandos. A pesar de ello, el periodo comprendido entre 1700 y 1745, fue de prosperidad. Muy importantes fueron las obras que se terminaron en Castellón de la Plana durante este tiempo: nuevo edificio municipal, ermitorio de la Virgen del Lidón y la torre-campanario, cuyas obras finalizaron el 3 de septiembre de 1735, fecha en la que colocó una bola de remate que contenía distitintas reliquias de santos, con el fin de preservar de las tempestades a los vecinos de la ciudad.
    A principios de 1705, permaneció sitiado San Mateo por las tropas del pretendiente Borbón. En su interior se encontraba una división del ejército inglés. Cuando llegaron refuerzos a las tropas sitiadas, 
el ejército real abandonó el asedio. Durante algunos meses, los soldados ingleses que estaban en SAn Mateo, entraron en combate con las tropas del Rey. En la Vallivana se disputó una terrible batalla entre ambos ejércitos el día 21 de diciembre de aquel año.
   En agosto de 1706 las tropas fieles al archiduque Carlos se apoderaron de Morella. Con anterioridad,  en  distintas  ocasiones  habían  sido  acosadas  por el ejército de don Felipe e incluso  a
través de guerrillas organizadas por los propios vecinos de la población. El día 26 de noviembre del mismo año, después de un mes de sitio, el ejército real pudo entrar en la ciudad vitoreado por los morellanos. Sin embargo, durante los últimos meses del año 1719, las tropas del archiduque Carlos pusieron sitio al pueblo y después de someterlo a numerosos bombardeos, distintos combates y algunos asaltos, lograron tomar la ciudad el 15 de diciembre.
   El 25 de abril de 1707, se libró una de las batallas más importantes de la Guerra de Sucesión. No fue una batalla decisiva para la guerra, pero sí para los valencianos. Al vencer las tropas de Felipe V en Almansa, el Reino de Valencia pasó a manos de los borbones. Algunos franceses que habían luchado en Almansa, entraron en Castellón de la Plana. El duque de Berwick, que mandaba las tropas, exigió una fuerte cantidad de dinero al consistorio y ordenó derribar las murallas.
   Lo de Almansa fue una desgracia para todo el Reino. Los perdedores fueron sometidos, sus fueros, privilegios y exenciones, se derogaron y no tuvieron mañas remedio que aceptar las leyes del Reino de Castilla. El primer Ayuntamiento de Castellón de la Plana regido por las normas castellanas, se constituyó en febrero del año 1708.
   El antiguo Palau  de la calle Zapateros era  insuficiente para las necesidades del municipio; además
estaba en un lamentable estado de conservación. Por estos motivos, en 1689 se iniciaron las obras del actual Ayuntamiento de la plaza Mayor. La primera piedra del nuevo edificio municipal se colocó el 30 de septiembre de 1688 en el lugar donde con anterioridad existía un antiguo mesón.
   Después de numerosas paralizaciones, como consecuencia de la guerra, el segundo día del mes de febrero de 1716, los miembros del consistorio pudieron tomar posesión del nuevo edificio. Al coincidir con la festividad de San Blas, se proclamó patrono menor de la ciudad  a este santo y se celebraron actos tanto en el propio Ayuntamiento, como en la iglesia Mayor.
   Acabadas las obras del ermitorio de Nuestra Señora del Lidón se bendijo el templo el día primero de septiembre de 1731, con tal motivo se organizaron festejos y la imagen de la Virgen fue trasladada desde la ciudad al nuevo templo, en solemne procesión. 
   A finales de 1738 se terminaron las obras de la iglesia de la Sangre. El Santo Sepulcro fue trasladado, desde la capilla de las monjas capuchinas, donde se encontraba de manera provisional, hasta su emplazamiento definitivo en el nuevo templo, el segundo día de navidad del mismo año.


domingo, 18 de octubre de 2015

EL SIGLO XVIII. LA ILUSTRACIÓN. GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA. FELIPE V

Con el siglo XVIII surgieron en algunas partes del mundo, una serie de teorías y movimientos sociales que permitían anunciar el inminente comienzo de un nuevo periodo de la Historia. Con la Ilustración parecían derrumbare los cimientos del modelo medieval del feudalismo que había sobrevivido en distintos puntos del mundo y en diferentes aspectos, durante los tiempos modernos. Algunos historiadores comenzaron a referirse a esta nueva etapa, como la Edad Contemporánea. 
   El proceso de industrialización por el que apostaron algunos países se convirtió en una verdadera revolución que modificó las bases sobre las que se apoyaba la economía y, así mismo, las estructuras sociales. A pesar de ello, continuaron algunos problemas que debieron ser resueltos con las armas. 

Al morir sin hijos el último de los reyes de la dinastía de los Habsburgo que se instauró en España en 1506, se originó un problema de sucesión. Carlos II decidió que debía ser Felipe de Anjou, nieto de Luís XIV de Francia quien ocupara el trono español Sin embargo, doña Mariana prefería a su sobrino el archiduque Carlos de Austria, hijo del emperador Leopoldo I. Como era de esperar, los países enemigos del decadente Imperio Español se alinearon con uno u otro candidato, igual que hicieron los ciudadanos en cada una de las poblaciones españolas. De esta forma, nuestro país se vio envuelto, entre 1700 y 1714 en una guerra civil cuyas consecuencias fueron terribles. En ella venció el archiduque Carlos, pero al heredar el trono austriaco, renunció a la corona española y después de una serie de tratados, Felipe de Anjou se convirtió en Felipe V Rey de España.  
   Durante la práctica totalidad de su vida, el primer rey Borbón español estuvo aquejado de fuertes depresiones. Esta enfermedad era desconocida en aquella época. A pesar de ello, no le impidió convertirse en el monarca que mayor tiempo permaneció en el trono de nuestro país. Sin embargo, condicionó el gobierno de la nación.
   Este príncipe había nacido en Versalles el 19 de diciembre de 1683. Era el segundo hijo del heredero al trono de Francia. En la corte francesa recibió conocimientos y gustos por la cultura y el arte que le acompañaron durante todo su reinado. De esta forma, durante su época se construyeron grandes palacios, como el de la Granja de San Idelfonso, situado en la provincia de Segovia y el palacio Real de Madrid a donde se trasladó la corte. Contrajo matrimonio en dos ocasiones. Con su primera esposa, María Luisa de Baviera tuvo cuatro hijos, entre ellos el que le sucedería con el nombre de Fernando VI. Al fallecer doña María Luísa, contrajo matrimonio con Isabel de Farnesio y de ella nacieron siete nuevos descendientes. En 1724 tomó la decisión de abdicar durante siete meses, en su hijo Luís quien dejó el gobierno en manos de sus ministros y de la segunda esposa de su padre. Acabado este periodo, subió al trono de manera definitiva su hijo Fernando que se convirtió en Fernando VI de España.
Felipe V

jueves, 15 de octubre de 2015

CAPÍTULO XVI.- CARLOS II EL HECHIZADO. LAS COMARCAS CASTELLONENSES A FINALES DEL S. XVII

Al fallecer Felipe IV fue nombrado sucesor a la corona española el príncipe Carlos que tenía cuatro años de edad, pero era el único hijo legítimo varón que le sobrevivió y el último de los que tuvo con Mariana de Austria quien ejerció la regencia, hasta que en 1675, su hijo fue considerado mayor de edad y pudo subir al trono. El gobierno de doña Mariana fue muy complicado puesto que a pesar de contar con una Junta de Regencia, confiaba más en su confesor, el jesuita de origen austriaco Nithard, personaje que nunca fue aceptado por el pueblo. durante algunos años la regente tuvo que soportar, al mismo tiempo, la oposición de don Juan José de Austria, hermanastro del futuro rey Carlos y el descontento de los súbditos, por todo lo cual, doña Mariana se recluyó en el Alcázar de Toledo. Cuando subió al trono era un joven introvertido, de piel blanquecina, poco dotado físicamente y apariencia enfermiza. Nunca se sintió capacitado para desempeñar sus funciones, por lo que dejó las cuestiones de Estado y del gobierno de la nación, en manos de sus validos. Contrajo matrimonio a los dieciocho años, con María Luisa de Orleáns, sobrina de Luís XIV de Francia. Esta primera esposa de Carlos II falleció en 1689. Al no contar con herederos, se casó en segundas nupcias con Mariana de Neoburgo.
   Carlos II es conocido como el Hechizado a causa de que el pueblo creía, por su apariencia física y enfermiza, que había sido embrujado. Falleció en Madrid el primer día de noviembre de 1700 a los treinta y ocho de edad. Sus restos reposan en la Cripta del Real Monasterio de El Escorial.

   Durante el reinado de Carlos el Hechizado, en concreto el 14 de febrero de 1673 fue trasladada la imagen de la Virgen de la Vallivana desde su ermitorio hasta la capital de els Ports donde una epidemia estaba causando millares de víctimas. Poco después  de este hecho, desapareció el mal y las autoridades locales, en muestra de agradecimiento acordaron celebrar cada seis años, una novena. Desde entonces se celebran en Morella fiestas cada seis años.

   En Castellón de la Plana se celebraron grandes fiestas para conmemorar la finalización de las obras de la capilla de la Comunión en su Iglesia Mayor, bendecida el 14 de agosto de 1670. Durante ocho días se organizaron festejos patrocinados por los distintos organismos públicos, gremios y agrupaciones de la ciudad. Además de solemnes funciones religiosas, se programaron los acostumbrados fuegos artificiales y extraordinarios festejos taurinos. Sin embargo, el acto que más llamó la atención fue el denominado "Estafermo". Se trataba de una especie de torneo en el que los competidores, montados sobre caballos y portando una lanza, debían hacer girar a un maniquí provisto de una armadura y sacos de arena, al mismo tiempo que evitaban los golpes. Para realizar aquella exhibición se montaron tribunas en la calle Mayor, frente al convento de Santa Clara.
  El día 22 de abril de 1682 se puso la primera piedra del campanario de Vila–real. Las obras finalizaron en 1744. En la misma ciudad se celebraron festejos para conmemorar que el papa Alejandro VIII había canonizado a San Pascual Bailón, el 16 de octubre de 1691.
   Durante un par de años, los vecinos de algunos pueblos de la Plana, habían sufrido una terrible peste que amenazaba terminar con la mayor parte de sus habitantes. En Castellón de la Plana se hicieron rogativas a San Cristóbal. Como quiera que a partir del día 10 de julio de 1698, cesaron de manera milagrosa las fiebres a los afectados y después ya no enfermó ningún otro vecino, se organizaron fiestas en honor del Santo y se acordó solicitar al Papa el nombramiento de San Cristóbal, como patrón de la ciudad.
   Cuando finalizaba el siglo XVII en las tierras castellonenses, comenzaron gran número de construcciones religiosas. Los pueblos más importantes se sumaron a la moda barroca y los campanarios, ermitas, iglesias y retablos competían en conseguir los mejores resultados. Sin embargo la obra de arte más importante de esta época fue el Cristo Yacente o Santo Sepulcro de la cofradía de la Sangre de Castellón de la Plana. Es una pieza excepcional atribuida al imaginero valenciano Juan Muñoz, con claras influencias de los más grandes escultores de la época.  No menos valiosa es la imagen de la Dolorosa que permanece en la iglesia de la Sangre de la capital de la provincia de Castellón y el San Francisco policromado de la iglesia de las monjas capuchinas.
   

   La pintura valenciana, durante el siglo XVII, estuvo influenciada por el tenebrismo, o lo que es ibual, por el pintor Ribera. Durante cerca de dos siglos se creyó que el pintor Francisco de Ribalta había nacido en la calle Enmedio de la capital de la Plana, sin embargo, estudios posteriores demostraron que era natural de Solsona, aunque residió en Valencia y fue tal su repercusión en la pintura valenciana que se le atribuyeron numerosos cuadros que no salieron de su taller ni pinceles.


lunes, 12 de octubre de 2015

XVI FELIPE IV. FELIPE IV Y CASTELLÓN. EL SIGLO DE ORO

Al fallecer Felipe III a causa de unas fiebres, en 1621, le sucedió su primer hijo varón que era el tercero de los ocho que tuvo con su prima Margarita, archiduquesa de Austria: Felipe IV. Subió al trono de España el 31 de marzo de 1621. Su reinado superó los cuarenta y cuatro años. En una primera etapa dejó los asuntos de Estado en manos del conde duque de Olivares, mientras que durante los últimos años se ocupó de manera personal, con la ayuda de alguno de sus ministros. 
   En la etapa del conde duque de Olivares, se intentó acabar con la corrupción que se había instalado en la corte e intentó legislar para sanear la economía y reformar las costumbres de los españoles. Esta etapa fue un completo desastre tanto en el interior del país, como en el exterior. Al terminar la guerra de los Doce Años los conflictos continuaron en Flandes y tanto Francia, como Inglaterra, vieron en Holanda un buen aliado para combatir los intereses españoles, con lo cual, el ejército español se vio inmerso en una guerra simultánea con los tres países. La necesidad de contar con recursos suficientes para hacer frente a los conflictos, le llevó a ejercer una gran presión fiscal con el consiguiente descontento de los súbditos. Esta medida, junto con algunos problemas en Cataluña y Aragón, decidió al Rey a desterrar al conde duque y dirigir, de manera personal el gobierno de la nación.
   Tampoco fue demasiado afortunada esta última etapa, como no lo fue el propio monarca en el plano personal. De su primer matrimonio con Isabel de Borbón, hija del Rey de Francia Enrique IV, nacieron siete hijos, de ellos, el único varón fue el príncipe Baltasar Carlos. Del segundo matrimonio con Mariana de Austria hija del emperador Fernando II nacieron cinco hijos, el último de los cuales, el príncipe Carlos, le sucedió en el trono con el nombre de Carlos II. 
   Felipe IV es conocido por algunos historiadores, como el Grande y por otros como el Rey Planeta, falleció el día 17 de septiembre de 1665 a la edad de sesenta años. Sus restos reposan en el Escorial.
   
   El mismo día que falleció su padre, Felipe IV envió una carta personal a los jurados de Castellón, participándoles el suceso y rogándoles que organizaran las honras fúnebres acostumbradas. En el mismo documento les comunicó que el marqués de Javara, continuaría al frente del Reino de Valencia.
   La política del monarca, al igual que la del conde duque de Olivares, nunca fue del agrado de nuestros antepasados. Entre otras cuestiones, la inseguridad era notable. Además de los fuertes impuestos, la corrupción, el desorden era tan grande que los bandoleros se hicieron con el poder en muchos pueblos. A pesar de que a los malhechores se les imponían severas condenas, no se conseguía terminar con ellos, por lo que las puertas de entrada a las poblaciones tenían que estar siempre vigiladas, con el consiguiente gasto que ello producía; pero a pear de todo, sucedían cosas increíbles, como la del día 3 de noviembre del año 1649, cuando tropas francesas habían rodearon San Mateo y desde allí se dirigieron a Cálig para saquearlo y tomar la población. 
   
   Durante el largo reinado de Felipe IV, España no vivió los mejores momentos de su Historia; sin embargo, se le debe reconocer un enorme interés por la cultura y el arte. En el Museo del Prado de Madrid se pueden admirar gran parte de sus obras de arte. La compra de cuadros y el mecenazgo que ofreció al pintor sevillano Diego de Velázquez le permitió reunir una de las mejores colecciones de pintura de todos los tiempos.

La Rendición de Breda. Óleo de Diego Velázquez

   Durante el periodo comprendido entre 1515 y 1700, en España surgieron grandes pintores, como el propio Velázquez o El Greco y literatos ilustres: Miguel de Cervantes, Garcilaso de la Vega, Góngora, Lope de Vega, Calderón de la Barca y Quevedo. Nuestro siglo de Oro ha sido considerado en numerosas ocasiones como el verdadero Renacimiento Español. 
  

viernes, 9 de octubre de 2015

XV LOS TIEMPOS DE FELIPE III EN CASTELLÓN DE LA PLANA Y SU PROVINCIA

Las corrientes artísticas que nacieron en Italia y se extendieron por gran parte del continente europeo, no consiguieron imponerse, de manera clara, en nuestras comarcas. Durante la etapa final de la reconquista y la del reinado de los primeros monarcas de la casa de Austria, las construcciones que se iban llevando a cabo en la actual provincia de Castellón, continuaron las tendencias anteriores.
   Parecía que el Renacimiento no hubiese sido aceptado en Castellón, sin embargo, no ocurrió lo mismo con el barroco por cuanto logró imponerse con bastante rapidez y antiguos templos fueron remodelados exterior e interiormente para incorporarse a las nuevas técnicas y corrientes estéticas barrocas.
    Sin duda, el comienzo de las obras del campanario de Castellón de la Plana, constituyeron un hito importante en la historia de la ciudad.  En 1591 comenzaron las obras de esta construcción de planta octogonal que tiene la particularidad de no estar adosada a la iglesia. Por otra parte, su propiedad es municipal. En cuanto a su estilo, puede considerarse el que corresponde a un renacimiento tardío.
   El día 28 de marzo de 1599 arribó al puerto de Vinaroz una escuadra formada por cuarenta y una galera. Al frente de la misma, estaba el príncipe Juan Andrea Doria y en uno de los navíos viajaba la princesa doña Margarita de Austria que llegaba para contraer matrimonio con el Rey.
   Al igual que la mayor parte de los reyes de España, también Felipe III visitó nuestras tierras. Fue el día 28 de agosto de 1599, cuando llegó a Segorbe. el monarca había iniciado el viaje en Valencia, donde se había casado, unos días antes y se dirigía a Zaragoza.
    Durante la primavera de 1604 circuló por Vila-real la noticia de que los franciscanos se habían llevado a Valencia la cabeza de San Pascual. A causa de estos rumores, numerosos vecinos asaltaron las dependencias del convento durante la noche del día dieciséis al diecisiete de abril. Una vez en el interior, amenazaron con dar muerte a los frailes si se confirmaba el hecho. A requerimiento de los asaltantes, los religiosos abrieron el arcón que guardaba el cuerpo del Santo. Al comprobar que estaba completo, los vecinos abandonaron aquellas dependencias, pero dejaron una guardia compuesta por veinticinco hombres para su custodia. El día siguiente, el arcón con el cuerpo de San Pascual fue llevado a la iglesia Mayor de la población. Unos meses más tarde volvió a depositarse el cuerpo del Santo en el convento y a quienes habían intervenido la noche del día 16 de abril, se les sancionó con 2600 ducados.
   Siguiendo las instrucciones del obispo de Tortosa, los bienes de las mezquitas donde practicaban su religión los musulmanes, antes de convertirse al cristianismo, fueron llevados a las iglesias parroquiales de los distintos pueblos. Además de las poblaciones de la comarca de la Vall d'Uixó, la orden se cumplió en Fanzara, Alcudia, Eslida, Ahín, Veo y Benitandus.
   A los moriscos se les prohibió vender cualquiera de sus propiedades. Se publicó una relación de los artículos que no se podían enajenar y se les advirtió que en caso contrario, sería invalidada la operación. Sus propiedades se adjudicaron a distintos nobles, como el marqués de Guadalest, que era el señor de Bechí, al duque de Segorbe y al marqués de Quirra, como señor de Nules. Con posterioridad,los nuevos propietarios otorgaron cartas para poblar las tierras que se les habían entregado, pero los cristianos debieron pagar importantes cantidades.   
   En septiembre de 1609 fue decretada la expulsión de los moriscos de todo el Reino de Valencia. En las playas de Vinaroz y Moncófar embarcaron quienes tenían que regresar al continente africano. 


   Al igual que en otras comarcas de Valencia y Aragón, en nuestras zonas costeras, la expulsión de los moriscos produjo graves consecuencias para la agricultura. La mayor parte de las tierras quedaron yermas. Los cultivos tradicionales del arroz y la caña de azúcar, tuvieron que ser sustituidas por otros con los que se conseguía una menor rentabilidad. Por otra parte, los médicos ponían en conocimiento de los gobernantes la insalubridad de los humedales y las enfermedades que producía el arroz. Las autoridades alertaban a los agricultores y se les prohibió este cultivo, pero a pesar de todo, no se ponían los medios necesarios para terminar con los arrozales.

   Los cristianos aprovecharon la expulsión de los judíos para acatar las órdenes de los gobernantes y comenzaron de esta manera, otros cultivos más salubres, como la morera y la vid. En un principio la expulsión fue bien acogida por la mayor parte de la población, pero pronto se pudo comprobar que sus consecuencias no eran positivas ya que se había perdido la mano de obra necesaria para producir riqueza y, sin embargo, se incrementó la llegada de piratas procedentes del norte de África. Los afectados por los saqueos culpaban de ello a la decisión tomada por el duque de Lerma, por lo que su destitución en 1618, fue bien recibida en nuestras comarcas.

martes, 6 de octubre de 2015

DECADENCIA DE LOS AUSTRIA. FELIPE III

Cuando finalizaba el siglo XVI, España vivía un periodo decadente que continuó durante la mayor parte del XVII. La inmensidad del imperio, las continuas guerras, el descontrol de las riquezas que llegaban de ultramar, distintos problemas con Cataluña, la independencia de Portugal y, sobre todo, una anticuada organización política y administrativa derivada de las monarquías absolutas, impedían que nuestro país siguiera el ritmo de crecimiento y modernización de otras naciones que consiguieron gobiernos mejor organizados y ejércitos mucho más poderosos. 
      Francia, con el concurso del cardenal Richelieu, se convirtió en uno de los Estados más prósperos. Inglaterra mientras tanto, iba incrementando su poderío naval y con él dominaba el comercio. El modelo francés quiso ser copiado por los gobernantes españoles. Nuestros reyes dejaron las grandes decisiones en manos de sus validos; pero en España ninguno de estos personajes consiguió ser aceptado por el pueblo. El más famoso y controvertido de todos ellos fue, sin duda, el Conde Duque de Olivares.
   La derrota de la Armada Invencible no fue un hecho aislado. La flota española había sido la mejor del mundo, pero a mediados del siglo XVII sufrió una serie de reveses frente a navíos ingleses. 


   La economía española continuaba dependiendo, casi de manera exclusiva, de los recursos que llegaban desde el Nuevo Mundo. Mientras tanto, en otros países de Europa había comenzado una verdadera revolución industrial; se construían modernos buques, más modernos, veloces y mucho mejor armados que los españoles. con ellos, consiguieron llegar a distintos continentes y fundar nuevas colonias. El Imperio Español se fue debilitando, perdió protagonismo en Europa y difícilmente podía apaciguar las frecuentes insurrecciones que sufría en sus posesiones.
   El 14 de abril de 1578 nació en Madrid el hijo de Felipe II y Ana de Austria. Ocupó el trono español desde el 13 de septiembre de 1598 hasta que falleció el 31 de marzo de 1621. Contrajo matrimonio con Margarita de Austria, de la que tuvo ocho hijos. El primero de ellos, nacido el 8 de abril de 1605, le sucedió con el nombre de Felipe VI.

Añadir leyenda
Felipe III era un gran aficionado al arte y la caza, por este motivo dejó el gobierno del imperio en manos del Duque de Lerma quien, a su vez, delegó gran parte de los asuntos de Estado en don Rodrigo Calderón. La política exterior de este gobernante se dirigió, en un principio, a conseguir la paz internacional y en cuestiones internas, su objetivo era hacer frente a la impopularidad que habían alcanzado los moriscos. Para conseguir su expulsión, movilizó un gran ejército con el cual, entre 1609 y 1610, se logró que alrededor de trescientas mil personas abandonaran el país. La propia armada española se encargó de llevar a cabo su traslado hasta Túnez y Marruecos. 

domingo, 4 de octubre de 2015

XIV FELIPE II Y CASTELLÓN. PIRATAS EN NUESTRAS COSTAS.

Felipe II llegó a Castellón de la Plana por mar y fue recibido en el pequeño caserío de pescadores que dio lugar con posterioridad al actual Grao, por unos mil vecinos. Desembarcó el 12 de enero de 1586. Al día siguiente se trasladó  a Borriol. A la salida de la ciudad, los vecinos instalaron un acto triunfal con tres fuentes de las que manaba vino. A pesar de estas muestras de cariño, no todos los castellonenses eran partidarios del Rey. En su interior quedaba la imagen de ls tropas reales cuando, en 1563, fueron registradas numerosas asa en busca de armas, tanto en la capital de la gobernación, como en los restantes pueblos de la comarca.
   En el caso de Castellón de la Plana, los soldados entraron en treinta y cinco casas, pero en toda la gobernación se realizaron más de dos mil registros. Se encontraron muchos tipos de armas: espadas, puñales, trabucos, ballestas y lanzas. Todas ellas fueron incautadas en nombre de Felipe II.
   Enterado el Rey de los perjuicios que producían los piratas, quiso proteger de manera adecuada nuestra costa para evitar nuevas invasiones. Para ello remitió una carta al Consell de la ciudad el 26 de agosto de 1562. En ella expresaba que había ordenado a su ingeniero Juan Bautista Antonelli que se trasladara a la capital de la Plana y tomara datos con el fin de proyectar fortificaciones en la playa, en evitación de los daños y robos que pudieran cometer los corsarios enemigos de la fe católica.
   Antonelli había proyectado y dirigido la construcción de algunas otras fortificaciones en la costa alicantina; sin embargo, las de nuestro litoral nunca se llegaron a convertir en realidad. Durante la visita del famoso ingeniero militar, comprobó que las defensas de la ciudad no podían resistir un ataque de las armas de la época, por lo que levantó un plano con las fortificaciones que según él, eran necesarias para que la ciudad quedara protegida de un posible bombardeo de la artillería enemiga. Al igual que ocurrió con el estudio que hizo de las torres para la defensa de la costa, tampoco las obras que juzgó necesarias para la reforma de las murallas de la ciudad, llegaron a ejecutarse.
   Durante la mayor parte de la época de Felipe II, al igual que en el resto de España, la convivencia entre mahometanos y cristianos era pacífica. Sin embargo, al circular la idea de que la comunidad musulmana se estaba armando, el Rey ordenó el desarme de los moriscos en todo el reino de Valencia. Las tropas reales entraron, por sorpresa, en los domicilios de los moriscos. También era frecuente la llegada de navíos tripulados por infieles que causaban terror entre los vecinos. El día 10 de octubre de 1586, después de perseguir a una nave cristiana, bombardearon la torre de Cap y Corp algunas galeras turcas. Tuvieron que llegar tropas desde Alcalá para rechazar el ataque, pero los corsarios lograron darse a la fuga. 


      Durante la época de Felipe II la economía del país y también la de nuestras tierras, se fue debilitando de manera considerable. Las colonias americanas, lejos de aportar riquezas al Estado, producían grandes pérdidas. España mantenía guerras con Francia, Flandes e Inglaterra. Estos conflictos hicieron descender el volumen del comercio entre España y el resto de los países europeos. La presión fiscal hizo que la pobreza alcanzar a todo el país, por todo ello el Rey, agobiado por los problemas y sus enfermedades se refugió en el monasterio del Escorial donde falleció el 13 de septiembre de 1598.


NUEVO PANORAMA EUROPEO. LUTERO. DOMINIO TURCO. LA PESTE. FELIPE II



El nuevo continente descubierto por Colón, atrajo la atención de los países más poderosos. Francia e Inglaterra estaban en disposición de conquistar parte de América. Mientras tanto, otros quedaron divididos en diferentes estados y ciudades que se disputaban el poder en los territorios que durante los últimos tiempos, habían formado el Sacro Imperio Romano Germánico. La Iglesia había entrado en un periodo decadente. Durante muchos años los distintos papas habían sido respetados por todos los cristianos, pero fueron surgiendo distintas corrientes de opinión que exigían una profunda reforma. 
   Tanto en las ciudades, como en los monasterios y conventos, fueron surgiendo voces que exigían un cambio en las costumbres de la Iglesia y al mimo tiempo trataban de conseguir modificaciones en la ortodoxia y la liturgia que desde Roma, se dictaba para toda la cristiandad. Al mismo tiempo se amenazaba con no acatar la autoridad del Papa. Solo cabían dos soluciones: cambiar algunos preceptos desde la propia Institución o que alguien lo intentara, por su cuenta, tal como hizo un fraile agustino llamado Martín Lutero, consiguiendo que sus nuevas propuestas se extendieran por distintos países europeos, sobre todo en los de lengua germana.
   Al mismo tiempo, Enrique VIII de Inglaterra deseaba que el Papa anulara su matrimonio con Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos y al no conseguirlo, decidió fundar una nueva Iglesia desvinculada de Roma, surgiendo de esta forma, el cisma de Inglaterra.
 Por si faltaba algo, los grandes viajes y las invasiones de pueblos originarios del norte de Europa, posibilitaron la propagación de distintas enfermedades por todo el continente. Los países debían luchar contra plagas que acababan tanto con los animales y vegetales imprescindibles para comer, como con los propios habitantes de los pueblos. La peste terminó con la mayor parte de los ciudadanos del continente. 
   Así mismo, don la ayuda de una poderosa flota, los turcos se hicieron los dueños del comercio en el Mediterráneo. Consiguieron conquistar Trípoli y amenazaban al resto de las colonias europeas. 
   En España nunca lograron penetrs las reformas religiosas que tanto éxito habían tenido en otros países europeos. La fe católica fue llevada y difundida por el Nuevo Mundo a través de la compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola y el papa se convirtió en el mejor aliado de los monarcas españoles. En el Concilio celebrado entre 1541 y 1563 en la ciudad italiana de Trento, se establecieron las fórmulas para terminar con la reforma de Lutero y sus seguidores, pero a pesar de ello, el protestantismo se extendió por todo el mundo.
   Con la confusión política, social y religiosa, la amenaza de los turcos, la consolidación del poderío inglés en el Atlántico y el deseo de Francia por adueñarse de Europa, Carlos V se retiró, en 1557, al monasterio de Yuste y dejó el trono en manos de su hijo Felipe II que se propuso continuar la obra de su padre e incluso pudo añadir a sus posesiones nuevos territorios de ultramar, como Filipinas y algunas islas del Pacífico. Durante su reinado Madrid se convirtió en la capital del Imperio Español y en 1561 se acordó el traslado de la corte. 

sábado, 3 de octubre de 2015

XIII.- CASTELLÓN EN TIEMPOS DEL EMPERADOR

Al fallecer los reyes católicos, los españoles vivieron momentos muy complicados. Su hija Juana, conocida como Juana la Loca, no gozaba de la salud necesaria para dirigir los destinos del reino heredado. Tampoco tuvo suerte al fallecer pronto su marido Felipe el Hermoso. Ni siquiera la llegada del hijo de ambos, el príncipe don Carlos, contentó a todos los súbditos, por conocer poco las costumbres hispanas al haber sido educado por su abuelo paterno Maximiliano, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Sin embargo, al ser heredero del trono de España y también del de Alemania, consiguió un poder que superó a cuantos monarcas le habían precedido. Carlos I de España y V de Alemania, tuvo que afrontar conflictos tan importantes como el levantamiento de los comuneros de Castilla y el de las Germanías. Eran conflictos que comenzaron teniendo un carácter social y terminaron convirtiéndose en una verdadera guerra civil que terminó con el apresamiento y posterior ejecución de los cabecillas: Padilla, Bravo y Maldonado y otros cien comuneros, antes de que el rey Carlos I otorgara un perdón general. 


Durante el reinado de Carlos I, en España no se ponía el sol

   Las comarcas de Castellón atravesaron una de las peores etapas de su Historia, durante el reinado de Carlos I de España y V de Alemania. Enfermedades, incursiones berberiscas en nuestras costas y sobre todo, la guerra de las germanías, diezmaron la población. No lo pasaron mucho mejor los agermanados que salvaron su vida ya que debieron hacer frente a la confiscación de sus bienes y al pago de grandes contribuciones económicas impuestas por la virreina doña Germana de Foix, con anterioridad segunda esposa de Fernando de Aragón y amante del propio Rey Carlos I. Como ejemplo de la importancia que tuvo para nuestros antepasados el conflicto de las Germanías, se puede citar que el día 29 de junio de 1521, los agermanados, capitaneados por Miguel Estellés, se apoderaron de Alcalá de Xivert, asaltaron la morería y pasaron a cuchillo a todos los vecinos que encontraron en sus casas. Estellés junto con un grupo de trece seguidores suyos fueron ahorcados en Castellón de la Plana, pocos días después.
   A pesr de tantas desgracias, la población seguí creciendo y se iniciaron algunas obras importantes, como el convento de monjas de Snta Clara. Se finalizaron otras, como la nueva iglesia parroquial que se construyó en sustitución de la que fue destruida por un incendio en 1340 y fue consagrada el 3 de marzo de 1549 por el obispo de Tortosa don Francisco de Robles. 

Las primeras expediciones españolas se habían limitado a ocupar las islas caribeñas, sin embargo al tener noticia de la existencia de grandes tesoros en el interior del continente americano, se decidió explorarlo. De esta forma, en 1519 Hernán Cortés se internó tierra adentro con un ejército muy reducido y con la ayuda que recibió de alguno de los jefes de las numerosas tribus mexicanas y la aparición de una epidemia de viruela que afectó a la mayor parte de sus contrincantes, posibilitó que Cortés pudiera conseguir la victoria en 1520. Posteriormente Francisco de Pizarro logró que el emperador de los incas se convirtiera en vasallo de Carlos I y fundó Lima en 1535. Unos años más tarde, Pedro de Valdivia exploró Chile. 

jueves, 1 de octubre de 2015

XII LOS TIEMPOS MODERNOS. EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS. DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

Resulta imposible fijar unas fechas o hechos concretos para situar el inicio de las distintas etapas de la Historia. Algunos estudiosos del tema, sitúan el inicio de la edad Moderna en el momento cuando en Europa logró salir de la oscuridad en que se había sumido durante la Edad Media. Como es natural este cambio no se produjo de la noche a la mañana, ni tampoco al mismo tiempo en cada uno de los países del viejo continente. Sin embargo, hubo un momento en que la necesidad o el ansia de progresar se hizo patente en muchas naciones. Algunos historiadores lo hacen coincidir con la toma de Constantinopla por los turcos, otros con la instauración de monarquías estables o el Renacimiento italiano y los más, por lo menos en España, con el descubrimiento de América. Sin embargo debe considerarse que la imprenta pudo hacer más por cambiar algunas costumbres, que ninguno de aquellos hechos.
   En nuestras tierras, la reconquista no tuvo demasiada trascendencia ya que, durante mucho tiempo, en las poblaciones de la Plana siguieron conviviendo las tres culturas: cristianos, musulmanes y judios, conservaron sus oficios y las costumbres hasta que la Inquisición se encargó de hacer cumplir los mandatos reales. Sin embargo, poco a poco las costumbres fueron cambiando después del descubrimiento de América y la fusión de Castilla y Aragón en un único Reino.


   En 1480 los Reyes Católicos ordenaron que todos los judíos del reino que no abandonaran su religión, fueran separados de las ciudades donde residían. Se estableció la Inquisición con el fin de luchar contra quienes no hubieran aceptado el catolicismo. Dado el gran número de causas que se instruyeron a través del denominado también: Santo Oficio,, el 31 de marzo de 1492, los Reyes firmaron un decreto en el que se disponía que los judíos fueran expulsados del Reino. Con esta medida los judíos se vieron obligados a vender sus propiedades con la mayor rapidez. Algunos cristianos pudieron amasar, de esta forma, grandes fortunas después de formalizarse aquel documento, por lo que hay quien opina que esta fue la verdadera causa de aquel decreto.


   Durante la mayor parte de la Edad Media, los pueblos de occidente importaban productos que llegaban, por tierra, desde el extremo oriente asiático. Valiosos productos, como la seda, especias y piedras preciosas, viajaban hasta Europa tras un largo y difícil camino, pero los mercaderes no dudaban en afrontar esta peligrosa aventura, aunque debían atravesar dos continentes y superar grandes dificultades, por ello cuando en 1485 llegó a la Península Ibérica un navegante de origen desconocido prometiendo un nuevo camino marítimo para llegar a las Indias, nadie le creía. 
   Siete años tardó Colón en ser escuchado por Isabel y Fernando y darle su apoyo. De esta forma, cuando el 12 de octubre de 1492, los marineros de las carabelas Santa María, la Pinta y la Niña que iniciaron la aventura en San Lucas de Barrameda, estaban convencidos de que habían conseguido llegar a las costas de la lejana India y encontrado, por fin, otra ruta para llegar hasta oriente. Se tardó algunos años en aceptar que aquellos hombres, capitaneados por el almirante don Cristóbal Colón, acaban de lograr algo mucho más importante: descubrir un nuevo continente.


   Cuando los destinos de todo el país comenzaron a regirse desde un mismo trono, desapareció el Reino de Aragón y por tanto el de Valencia. Como es lógico, los Reyes Católicos tuvieron que dictar nuevas normas que iban a dar forma a la nueva nación. Los súbditos estaban preocupados con las decisiones que pudieran tomar los monarcas que, sin embargo, ya con anterioridad a conseguir la total reconquista de la península, comenzaron a establecer las bases del futuro Estado. 
   Diez años después de contraer matrimonio Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, otorgaron un privilegio en el que se prometía a todos los habitantes del Reino de Valencia, guardar y respetar todos los fueros, franquicias y privilegios que tenían y no enajenar de la corona las ciudades y villas reales. A este respecto, ya en 1479, Fernando el Católico convocó Cortes en Valencia y más tarde en Tarrazona para tratar asuntos de Estado. En ellas estuvieron representadas las villas de Castellón de la Plana, Morella, Vila-real y Burriana.