El infante don Carlos había nacido en Nápoles el 4 de noviembre de 1740 y falleció en Roma el 20 de enero de 1819. Fue Rey de España entre diciembre de 1788 y marzo de 1808. Contrajo matrimonio con su prima María Luisa y del mismo nacieron catorce hijos. Como era habitual, durante aquellos años, confió las cuestiones de Estado a sus ministros. Una de las decisiones más importantes de su reinado fue la de nombrar a Francisco de Goya pintor de la corte. Gracias a los pinceles del genial artista aragonés han llegado hasta nuestros días, tanto las imágenes de los grandes sucesos que vivieron en España durante el reinado de Carlos IV, como distintas escenas de la vida social y cultural, de aquel periodo tan importante de nuestra Historial.
Manuel Godoy fue el personaje más importante en la corte de Carlos IV. Su influencia solo era comparable a la de la reina doña María Luisa de Borbón. Pasó en muy pocos años, de ser un oscuro hidalgo, a primer ministro del gobierno del Rey de España. Tomó, durante la mayor parte del reinado de CArlos IV, las mayores y más comprometidas decisiones. Su colaboración en la firma de un tratado de paz con los franceses le valió el título honorífico de Príncipe de la Paz, a pesar de ello, no todos los españoles eran partidarios suyos, mucho menos cuando los franceses en 1794, tomaron importantes ciudades del norte de nuestro país, aunque después del tratado que impulsó Godoy, Francia devolvió estas poblaciones y el primer ministro consiguió a recuperar una gran parte de su popularidad.
Godoy fue destituido en 1798 y dos años más tarde volvió a dirigir el gobierno de la nación. Eran años difíciles para España. Nuestra armada había sido derrotada en Trafalgar. Godoy aconsejó aliarse con Napoleón, pero el descontento de los españoles provocó la renuncia de Carlos IV al trono.
Durante el reinado de Carlos IV se inició en España, el proceso conocido como Desamortización. La Santa Sede concedió el permiso necesario para expropiar los bienes de los jesuitas y de las diferentes órdenes religiosas. El Estado obtuvo, de esta forma, grandes ingresos al poder subastar fincas improductivas que pasaron a manos de particulares.
Uno de los hechos más importantes ocurridos en Castellón de la Plana y los pueblos de la comarca durante el reinado de Carlos IV, fue la inauguración de la nueva acequia que separaba las aguas de Almazora y la capital de la Plana. Al acto asistieron las autoridades y numerosos vecinos y se organizaron numerosos festejos para conmemorar el acontecimiento.
En abril de 1793 fueron embargados los bienes de los franceses que residían en España y así mismo, se dictaron normas para que todos los franceses residentes en cualquier pueblo de la nación fueran expulsados del país. También los piratas continuaban llegando hasta nuestras costas, buen ejemplo de ello fue la llegada a la playa de Castellón de la Plana el último día de abril de 1800, de una nave de corsarios ingleses. Hubo un intenso tiroteo entre pescadores locales y los navegantes británicos. Los cañones de la torre del Grao dispararon sobre el buque inglés. En el combate también intervinieron lanchas desplazadas desde Burriana. A pesar de ello los piratas lograron desembarcar en la playa de Benicasim, pero fueron detenidos e internados en la cárcel de Castellón de la Plana.
A pesar de los sucesos ocurridos en Madrid durante los días 2 y 3 de mayo de 1808, los castellonenses se ilusionaron con la llegada a la ciudad, la tarde del 23 de noviembre de 1802, con la llegada del rey Carlos IV, junto con su esposa doña María Luisa, los prícipes de Asturias, don Manuel Godoy un númeroso séquito. Los Reyes pernoctaron en el palacio episcopal que el obispo
de Tortosa don Antonio Salinas se había construido en la capital de la Plana. El resto de los ilustres visitantes se acomodaron en los domicilios de distinguidos castelloneses. Al día siguiente, con la misma expectación que a su llegada, siguieron viaje en dirección a Sagunto, siendo despedidos por las autoridades locales, al frente de las cuales estaba el gobernador don Antonio Bermúdez de Castro considerado por muchos, como el mejor político de cuantos han dirigido los destinos de la gobernación de Castellón. Este ilustre personaje estuvo al frente de la gobernación de Castellón durante dieciséis años y falleció la noche del 23 ede mayo de 1897. Los vecinos asistieron a su entierro en gran número.
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