Los vecinos de la capital deseaban el regreso del monarca Borbón. Por ese motivo se celebró de manera solemne la proclamación, como Rey de Fernando VII. En su honor se organizaron grandes festejos. El propio monarca visitó Castellón de la Plana el día 19 de noviembre de 1828. Se hospedó en el palacio del obispo y allí mismo se organizó una fiesta a la que fueron invitadas las familias más destacadas de la ciudad. El día siguiente continuó viaje,junto con su séquito, en dirección a Barcelona y pernoctó en Alcalá de Chivert.
Durante aquellos tiempos la producción industrial cambió la vida en la mayor parte de los países que habían basado su economía en la agricultura, la ganadería, el comercio y la industria. Los procesos de modernización consiguieron transformar las costumbres y aumentaron los recursos de los pueblos agrícolas, pero al mismo tiempo, los obreros de las fábricas deseaban mejorar sus condiciones laborales. Inglaterra acabó reconociendo el derecho a la asociación de los trabajadores en 1825. Unos años después, tanto en la Gran Bretaña, como en el resto de Europa nacieron los sindicatos. A través de estas organizaciones, la clase obrera ya contaba con unos interlocutores para lograr sus aspiraciones salariales y sociales.
Cuando la infanta doña María Isabel Luisa todavía no había alcanzado los tres años de edad, falleció su padre el rey Fernando VII. En España se derogó la Ley Sálica, con la oposición del que hasta entonces era heredero al trono español, don Carlos María Isidro de Borbón y sus partidarios. Por este motivo se iniciaron las denominadas Guerras Carlistas. Durante la minoría de edad de la infanta Isabel, se hizo cargo de la regencia del país su madre María Cristina de Borbón-dos Sicilias hasta que en 1840, le sucedió en este cargo el general Espartero. A los trece años la infanta fue considerada mayor de edad y al cumplir los dieciséis contrajo matrimonio con su primo don Francisco de Asís, duque de Cádiz.
Durante el reinado de Isabel II se consolidó la corrupción en España. Las grandes obras de infraestructura y sobre todo las primeras líneas ferroviarias, sirvieron para enriquecerse a distintos personajes, algunos de ellos muy relacionados con la corte. La política exterior española tampoco se puede considerar como un modelo. Numerosos conflictos en África y en Sudamérica, un ejército mal equipado y alianzas poco rentables, para los intereses del país, sumieron a España en una situación política y económica insostenible. En 1868, después de la revolución conocida como la Gloriosa, se exilió a Francia y abdicó a favor de su hijo Alfonso. Murió en París el 9 de abril de 1904. Sus restos mortales fueron trasladados, en 1906, al Monasterio de El Escorial, donde reposan en la actualidad.
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