miércoles, 26 de abril de 2017

AMADEO I Y CASTELLÓN DE LA PLANA


Durante el reinado de Isabel II la monarquía española fue perdiendo poder a favor del parlamento. No lo hizo a través de ningún proceso democrático, sino por la presión del ejército. Al estallar la revolución de 1.868, conocida como la Gloriosa o la Septembrina, a la Reina no le quedó más remedio que huir de España. Con el fin de buscar soluciones para ocupar la jefatura del Estado, se convocaron las Cortes y fue proclamada la Constitución de 1.869, en la que se contemplaba la monarquía parlamentaria. Sólo faltaba encontrar el candidato para acceder al trono.
   A instancias del general Prim, los parlamentarios consideraron por 191 votos a favor y 63 en contra, que don Amadeo de Saboya,  primer duque de Aosta, hijo del Rey de Italia Victor Manuel II y de la biznieta de Carlos III de España, reunía las condiciones más idóneas para convertirse en Rey de España.
   La gran novedad de contar con un rey que había sido elegido en las urnas, lejos de aceptarse, causó gran malestar entre los monárquicos, carlistas, republicanos, la  Iglesia e incluso para la mayor parte de los españoles. Por si faltaba algo, la víspera de que el nuevo rey desembarcara en Cartagena, el general Prim fue asesinado en Madrid. El segundo día del año 1.871 llegó don Amadeo junto con su esposa doña María Victoria, a la capital del Reino. Después de visitar el cadáver del general asesinado, que se encontraba en la Basílica de Nuestra Señora de Atocha y presentar el correspondiente juramento, fue proclamado Rey de España. Don Amadeo de Saboya no consiguió convencer al pueblo que siempre pensó de él que era un extranjero alejado de los problemas del país. Sin embargo, Amadeo I fue decisivo para Castellón de la Plana ya que una intervención suya resultó trascendental para la economía de la época.
   El nuevo Rey observó ya, durante los primeros meses de su reinado, que no había logrado el respaldo del pueblo. Con el fin de conocer mejor nuestro país, sus asesores le programaron un viaje para visitar las diferentes regiones españolas y fue en aquel recorrido por España, cuando don Amadeo llegó a Castellón de la Plana el día 7 de septiembre del año 1.871, con la intención de entrevistarse con los dirigentes de los principales partidos políticos, presidentes de diferentes gremios y autoridades locales. Los representantes de los sogueros, hicieron llegar al Rey su preocupación por la noticia de que el huerto que ellos utilizaban de manera gratuita junto a la plaza Nueva, como consecuencia de las leyes desamortizadoras, iba a ser subastado por el Ayuntamiento. 
   De las conversaciones mantenidas con el alcalde don Joaquín Huguet Gimeno y los tenientes de alcalde señores: Rodes, Esparducer, Agramunt y Tirado, así como las noticias que le llegaron a través del Gobierno Civil de la provincia y del líder del partido Republicano: González Chermá, el Rey se convenció de que los terrenos pasarían a manos privadas y si ello ocurría, los trabajadores del cáñamo deberían pagar un alquiler al nuevo propietario. Don Amadeo comprendió que los sogueros no continuarían con su lugar de trabajo porque tampoco podían hacer frente a la cantidad por la que se ponía a la venta y trató de impedir el acto de la subasta; pero al no conseguirlo, entregó a los responsables del gremio, la cantidad necesaria para que pudieran comprar el huerto de sogueros al Ayuntamiento que incluía una finca rústica y varios inmuebles situados junto a la entonces denominada Plaza de la República, actual Avenida del Rey Don Jaime. Los representantes de los sogueros así lo hicieron y con el dinero que les entregó el monarca a título personal, Vicente Bellido Ramos, en nombre de los sogueros de Castellón de la Plana, participó en la subasta y de esta forma se le pudieron adjudicar al gremio los terrenos que necesitaban para seguir con sus trabajos. Aquella misma noche se celebró el éxito de la gestión real, así como su generosidad, con un baile en el Casino Antiguo.

   El viaje por las principales poblaciones del país, no sirvió para los fines previstos por los consejeros reales. La popularidad del monarca no  aumentó, los gobiernos se fueron sucediendo anualmente y políticos como Serrano, Ruiz Zorrilla y Sagasta, se fueron alternando en el gobierno de la nación. En abril de 1872 se unieron carlistas y republicanos. Don Amadeo sufrió un serio atentado el 18 de julio de 1.872. El Rey disolvió las Cortes y después de que el ejército le propusiera que renunciara a la Constitución e instaurara la monarquía absoluta, se trasladó junto a su familia a la embajada italiana de Madrid, donde permaneció hasta el 10 de febrero de 1.873, día en que firmó un documento renunciando a la corona y se declaró impotente para resolver los problemas del país. Aquella misma noche, junto con su esposa, se trasladó a Portugal. Finalizaba de esta forma la monarquía constitucional. Consecuencia de todo ello fue la proclamación de la I República  Española y elegido Estanislao Figueras como primer presidente.







domingo, 9 de abril de 2017

MONUMENTO A LA HISTORIA DE CASTELLON DE LA PLANA

En la que fue conocida como Operación Centro, el Ayuntamiento de Castellón de la Plana que presidió entre 1979 y 1987 el alcalde don Antonio Tirado, incluyó la remodelación de la Plaza de Santa Clara, una de las más céntricas de la ciudad, de cuyo proyecto era autor el arquitecto don Ignacio Jordá. Se trata de una plaza con pórticos en cuyo subsuelo fue construido un aparcamiento público de tres plantas. 
   En el centro de la mencionada plaza se decidió situar un monumento a la historia de la fundación de la actual ciudad en la llanura de la Plana. 
   Convocado el correspondiente concurso para adjudicar la pieza escultórica, se adjudicó el mismo al escultor de Vila-real, Vicente Llorens Poy, el cual presentó a la licitación una idea basada en un monolito de piedra caliza blanca, de forma de tronco de pirámide, aunque a primera vista pudiera parecer que es un prisma. En sus dos caras principales el escultor villarrealense se comprometía a esculpir 82 figuras en relieve de los principales personajes que colaboraron en la conquista de nuestras tierras y la fundación de la ciudad, con sus correspondientes símbolos. 
 El conjunto escultórico, de una altura aproximada de nueve metros y un peso de 600 toneladas, tiene dos caras principales. En el plano situado al este de la escultura, se sitúa la parte histórica de la fundación y su posterior desarrollo. El conjunto dispone en el centro del escudo de la ciudad, correspondiente a la casa de Aragón  y la fecha de 1251, origen de la "vila" medieval. En este mismo plano se sitúan personajes como: el propio Jaime I, don Nuño Sancho. Ximen Pérez de Arenós. Pedro III El Grande. La reina doña Leonor, esposa de Alfonso IV y señora de Castellón. En la parte inferior, Pedro IV, a su lado Isabel II, en cuyo reinado nuestra población fue designada capital       de la provincia de Castellón  y un grupo de hombres que representan a los primeros pobladores. 
   En la cara oeste, que da frente a la calle Vera, figura el año en que se erige el monumento: 1986 y junto a él figuras alegóricas de la vida espiritual, cultural y económica de la ciudad. En la parte superior la imagen de la patrona, la Mare de Deu del Lledó que está en brazos de un fornido labrador, que según la tradición fue Perot de Granyana. A sus lados los dos copatronos: San Cristóbal y San Blas. A su alrededor, símbolos de las artes, las ciencias y personalidades de castellonenses destacados en la literatura, pintura, arquitectura, música, ciencia  e investigación y un grupo de de pobladores compuesto por pastores y cazadores. En la parte inferior, vecinos ilustres creadores de instituciones benéficas, como Guillem de Trullols, el notario Mas, el obispo Salinas, gobernador Bermúdez de Castro, el obispo Climent, doña Isabel Ferrer y don Juan Cardona Vives. También en la parte inferior el río Mijares y dos ninfas que representan a las fuentes de la Barrasota y de la Reina, así como figuras alusivas al comercio, agricultura, industria y un marinero con una red y un remo;  junto a él, una niña con una gaviota representa las islas Columbretes, que forman parte del término municipal de Castellón de la Plana. 



viernes, 24 de marzo de 2017

LA OFRENDA DE FLORES A LA VIRGEN



Uno de los actos que se han hecho más populares de cuantos componen el Programa Oficial de las Fietas de la Magdalena de Castellón de la Plana es, sin duda, el de la Ofrenda de Flores a la Patrona de la Ciudad: La Mare de Déu del Lledó.


LA OFRENDA DE FLORES a la Mare de Déu del Lledó se celebra con gran afluencia de devotos en la actualidad, el sábado de la semana de la Magdalena, pero no siempre ha sido así. 
   En el primer Pregó de 1945 desfiló un entramado en el que se situó un buen número de flores para hacérselas llegar a la Patrona. Fue en 1947 cundo se inició la Ofrenda floral, con este nombre. Se celebró el jueves y estuvo a cargo de la Reina Marisa Dols y Damas de su corte que llegaron hasta el ermitorio en coche de caballos; aunque antes de que fuera así, la Gayata número 7, conocida entonces como Plaza de la Hierba al plantarse su monumento en este emplazamiento, ya solía tener por costumbre, organizar su particular ofrenda a la Lledonera. 
   Fue en 1963 cuando el acto organizado por la Junta Central de Fiestas, tuvo lugar en la explanada para que pudiera ser presenciado por mayor número de vecinos. 
   En 1970 se celebró el viernes. Ya en 1973 pasó a la tarde del viernes y la comitiva se desplazó a pie, por vez primera, desde el Ayuntamiento hasta el ermitorio. 
   El año 1977, al comprobar la gran participación de 
vecinos en este acto, se organizó junto a un mural realizado por el gran ceramista Rafael Guallart a partir  de los dibujos de Juan B. Porcar, siendo los miembros del sector número uno quienes se encargaron, como era habitual, de colocar las flores. En 1989 se amplió en seis metros el panel donde se depositaron los más de 15.000 ramos que llevaron los y las castellonenses hasta la Virgen.



La imagen anterior corresponde a uno de mis óleos. Como viene siendo tradicional, a Reina de las fiestas besa el manto de la Virgen del Lledó.








A la derecha el cartel que realicé el año 2000 para que anunciara las fiestas en honor de la patrona de Castellón de la Plana que se celebraron, al igual que cada año, el primer domingo de Mayo.

lunes, 20 de marzo de 2017

TOMÁS COLÓN



TOMÁS COLÓN
El escultor Tomás Colón Bausana nació en Castellón de la Plana el 30 de noviembre de 1903. Hizo los primeros estudios en su ciudad natal. Pensionado por la Excma. Diputación Provincial de Castellón, cursó estudios de Bellas Artes en la Escuela de San Carlos de Valencia, la de San Fernando de Madrid y la de Roma.
   Alumno y colaborador del escultor castellonense Adsuara, viajó a Greica y Alemania. El 3 de enero de 1933 contrajo matrimonio con María del Carmen Bartual Segura, considerada la mujer más bella de su época. Del matrimonio nacieron dos hijos: Raúl, ya fallecido y Yolanda que en la actualidad reside en Villa Celina (Argentina).  
   Tomás Colón Bausano formó parte, junto al pintor Juan Bautista Porcar Ripollés, el arquitecto Vicente Traver Tomás y otros ilustres grandes artistas castellonenses,  en la comisión nombrada para recuperar el patrimonio artístico de la provincia, tanto durante, como después de la guerra civil. Terminada la contienda impartió claes en la Escuela de Artes y Oficios de Castellón y en su propio taller situado en el que antes utilizó el pintor Vicente Castell, situado en la calle Cervantes. En 1947 hizo el boceto y dirigió la construcción de la primera garata de la Ciudad, en las fiestas de la Magdalena. En 1948 se trasladó a Irún al ser contratado como director, por la Fábrica de Cerámicas Bidasoa. En 1953 se instaló, junto con su familia en Buenos Aires. Gran parte de su obra forma parte de patrimonios de propiedad particular, aunque en el Museo de Bellas Artes, el Parque de Ribalta e incluso en el Cementerio municipal de su ciudad natal, se pueden admirar alguna de sus esculturas. Falleció en Villa Celina, (junto a la capital argentina) el 27 de diciembre de 1994.





















Gayatas proyectadas por Tomás Colón con destino a las fiestas de la Magdalena de Castellón de la Plana.



Escultura de boxeador y retrato de su escultor Tomás Colón



                              
    

viernes, 17 de marzo de 2017

LAS FIESTAS DE LA MAGDALENA





A pocos kilómetros de Castellón de la Plana, se encuentra el ermitorio dedicado a Santa María Magdalena. En la Edad Media, en sus proximidades, junto al Castell Vell, existía un pequeño poblado, a cuyos vecinos, el rey Jaime I de Aragón autorizó, según consta en documento fechado en Lérida el  8 de septiembre de 1251, a que pudieran trasladar su residencia al llano conocido, como La Plana. Con las fiestas de la Magdalena, los castellonenses celebran, cada año, la fundación de la ciudad que es la capital de la provincia de Castellón.  

   Cuando en 1945, un grupo de castellonenses quisieron que las fiestas fundacionales de Castellón de la Plana se convirtieran en las principales de la ciudad, no tuvieron ninguna duda para elegir un símbolo. Aquellos cayados con los que, según la leyenda, iban tanteando el terreno nuestros antepasados para atravesar los terrenos pantanosos que encontraban a su paso hasta llegar a la llanura, se transformaron en monumentales gayatas que constituyen el símbolo de las fiestas de la Magdalena. La garata es un monumento definido como un esclat de llum, sense foc ni fum, es decir: Un estallido de luz sin fuego ni humo. 

Aquellos mismos castellonenses dividieron el término municipal en diferentes sectores y cada uno de los diecinueve actuales, construye uno de estos monumentos, para desfilar durante la noche del tercer domingo de Cuaresma por las principales calles de la ciudad, a los acordes del pasodoble Rotllo y Canya. Claro está que tuvieron que sufrir numerosas transformaciones par convertirse, tal como decía el poeta Bernat Artola, en el nostre millor pregó. Artistas tan notables como Vicente Castell, Adsuara, Tomás Colón o Juan Bautista Porcar, intervinieron en algunas ocasiones para conseguir verdaderas obras de arte y de esta forma conseguir para el sector que los había contratado, el primer premio del concurso que se organiza cada año.   



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Pero las fiestas de la Magdalena, son mucho más que gayatas, la pirotecnia en sus distintas especialidades, música de fiesta, folclore, conciertos, desfiles, la primera feria de la temporada taurina, numerosos torneos deportivos... pero sobre todo festejos populares, animan las calles de la ciudad durante los días comprendidos ente la cabalgata del Pregó que, como anuncio de las fiestas, desfila el sábado anterior al domingo de la Magdalena y el Magdalena Vitol que, junto con la Traca Final, es el último acto que pone punto fin, cada año, a las fiestas que sirven para homenajear a quienes con su tesón y entusiasmo, consiguieron que el pequeño poblado que existía hasta mediados del siglo XIII en las inmediaciones del ermitorio de la Magdalena y el Castell Vell, se transformara en la ciudad moderna que es en la actualidad Castellón de la Plana.